El comité de solidaridad con los presos políticos denuncia ante la comunidad nacional e internacional las nuevas amenazas de las que ha sido objeto, al igual que miembros de organizaciones sociales y sindicales. Estas se han venido presentando de manera constante y reiterada, señalando y estigmatizando la labor de los defensores de los derechos humanos, de las organizaciones sindicales y en general del movimiento social.
El pasado 25 de abril el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, seccional Atlántico, realizó una visita a la Cárcel de San Sebastián de Ternera en Cartagena. Allí pudo evidenciar el deterioro de los patios 1 y 2 que presentan grietas por donde se filtra las aguas lluvias. Así mismo, se constató las malas conexiones eléctricas, la humedad en paredes y pisos, las tuberías sanitarias en total abandono y la grave crisis de salubridad al momento de manejar los alimentos.
Los internos aseguran que Javier Dávila murió el pasado 31 de mayo sobre las doce del medía día a causa de una insuficiencia respiratoria en el establecimiento penitenciario del bosque en Barranquilla, insuficiencia que venía presentado desde varios días y por la cual los mismos internos de este centro penitenciario pidieron a los pabelloneros remitir a Javier Dávila a sanidad. Sin embargo, dicha petición nunca fue escuchada por lo que el interno jamás recibió una valoración médica y mucho menos fue enviado a un centro hospitalario.
En días pasados la USPEC, Unidad de Servicios Penitenciarios, firmó un contrato de alimentación con una fiduciaria que a su vez subcontrató con la empresa SERVIALIMENTAR, empresa que por años viene suministrando una pésima alimentación a la población reclusa, a tal punto que los alimentos se entregan en estado de descomposición o con el gramaje incorrecto, lo que ha ocasionado que la población reclusa en repetidas ocasiones pasen hambre física.