Por negligencia de autoridades penitenciarias y órganos de control falleció el detenido Miguel Zuleta Parada
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.El detenido Miguel Zuleta Parada falleció el pasado 3 de noviembre por falta de atención médica oportuna, después de haber soportado por más de dos años una enfermedad catastrófica, que se hacía evidente con la inflamación en su rostro y la cual progresivamente comenzó a aparecer en varias partes de su cuerpo. Según la información que recibimos, esta enfermedad estaba acompañada de un sarpullido, que luego se convertía en ampollas y las cuales le causaban un dolor muy agudo y fiebre muy alta; el interno solía perder los sentidos en razón de la intensidad del dolor.
En septiembre de 2012, nuestra Fundación conoció estos episodios, logrando que el interno fuera remitido del ERON, Picaleña, en Ibagué Tolima, al Hospital Federico Lleras Acosta, sede el Limonar, donde fue hospitalizado por más de dos meses al presentar ampollas en su cuerpo. Ya hospitalizado en varias ocasiones presentó los síntomas arriba mencionados con reacciones tan fuertes, que estuvo postrado en la cama por varios días, sufriendo continuas recaídas como dolor, inflamación, pérdida de peso y apetito.
Entrado el 2013, le diagnosticaron una enfermedad conocida como “Síndrome de Reitter” o artritis reactiva, afección que lo mantuvo todo este año en muy mal estado de salud, dolores insoportables y pérdidas de peso. Luego, el 14 de mayo de 2013, él mismo había informado a nuestra Fundación, que presentaba dolor intenso y recurrente en los oídos y que por parte de E.P.S. CAPRECOM no se había hecho lo posible para que fuera valorado por el otorrino.
Además, este año había presentado varios episodios que se caracterizaron por la inflamación permanente en las articulaciones, lo que venía dificultándole la movilidad. En algunas ocasiones padeció de dificultad al orinar, conjuntivitis, así como muchísimas lesiones de la piel e irritación de la mucosa de los ojos.
Por todos estos síntomas debía solicitar de manera permanente el servicio de salud del establecimiento, de cara a que le suministraran medicamentos, pero lo único que le recitaron fue una pasta para el dolor conocida como Acetaminofen o “pasta milagrosa”. Esta medicina, por las dimensiones de las dificultades graves de salud del detenido, no tenía efecto alguno.
Al día siguiente, el 9 de octubre, llamó de nuevo el detenido Zuleta Parada para informar que llevaba 15 días con una recaída que le implicaba una fiebre, escalofrió, dolor en las articulaciones y pérdida espontánea del conocimiento.
Un día después, el 10 de octubre, nuestra Fundación envió un trámite de urgencia a Defensoría del Pueblo y a Imelda López Solórzano, directora de este establecimiento carcelario. Luego, el 17 de octubre de 2013, se le envío con otro detenido una solicitud de sustitución de la pena preventiva de libertad por la prisión domiciliaria, teniendo en cuenta que su estado de salud empeoraba y cada día estaba en deterioro.
Nuestra Fundación acompañó y realizó un seguimiento permanente a la enfermedad del detenido político Miguel Zuleta Parada, haciendo solicitudes a las autoridades penitenciarias y órganos de control encargados de vigilar el respeto y garantías de los derechos de las personas privadas de libertad, quienes hicieron casos omiso a nuestras solicitudes.