La conflagración, según nos informaron algunos presos del patio 7, pudo tener origen en el lanzamiento de una pipeta de gas en un operativo que adelantaba la guardia; aunque hasta el momento no se cuenta con una versión oficial de parte de los órganos de control y las autoridades penitenciarias. Es de anotar que la Cárcel Modelo de Barranquilla tiene una capacidad de 454 internos, pero hoy se encuentran en este centro carcelario 1123 presos. Además, el Patio 7 de esta cárcel, tiene aproximadamente 700 presos, cuando su capacidad es de aproximadamente 120 internos.

En el fondo de lo sucedido está el crónico hacinamiento de las cárceles del país, uno de los elementos más predominantes de la crisis humanitaria y carcelaria del país, la cual es caldo de cultivo para la violencia intracarcelaria, la pauperización de las condiciones reclusión e incluso un obstáculo para la evacuación oportuna de los presos ante situaciones de emergencia.

Hechos como los mencionados se han presentado en ocasiones pasadas en cárceles como la Modelo de Bucaramanga, en donde el 16 de septiembre del 2012 varios presos murieron por sucesos similares.

Lo anterior evidencia que la crisis humanitaria de las cárceles del país, tiene como trasfondo problemas estructurales los cuales no se resuelven con simples paliativos, problemas que a la luz de hoy no han sido corregidos ni atacados con medidas eficaces que vayan a las raíces de los mismos, como se evidencia de la ley 1709 que reforma el código penitenciario y carcelario.

La FCSPP se solidariza con los familiares, amigos y personas cercanas a los presos muertos, haciendo un llamado para que se haga una investigación exhaustiva y se esclarezcan oportunamente estos hechos.