Este 8 de marzo el Movimiento Nacional Carcelario, MNC, saluda a las mujeres del mundo: de todas las latitudes, continentes y naciones, culturas y grupos étnicos; y en Nuestra América, a las mujeres indígenas, afro descendientes, mestizas, caucásicas; a las niñas, jóvenes, adultas y ancianas; a las mujeres lésbicas, bisexuales, hetero, transgeneristas y transexuales; a las madres y solteras, a las amas de casa, obreras, campesinas, profesionales, estudiantes, trabajadoras de toda índole; a las mujeres religiosas, trabajadoras sexuales, militares, combatientes insurgente, prisioneras; lideresas populares y sindicales, dirigentes, defensoras de ddhh; desplazadas, refugiadas, en exilio, y en fin, a toda esa multiplicidad que compone, no a un sector de la población, sino que constituye toda una humanidad.

Conmemoraciones que rescatan para la memoria histórica el papel fundamental de las mujeres en todos los órdenes de la vida, visibilizando o negado por el poder hegemónico del patriarcado y el machismo, ese régimen político transversal a los distintos periodos históricos y a las naciones.

Así mismo, debe ser una conmemoración de sus conquistas y una reflexión sobre los actuales derroteros y nuevos retos. El MNC como expresión de lucha y del movimiento social colombiano, que enfrenta en particular la grave crisis social y humanitaria de las prisiones colombianas, hace igualmente un llamado especial para que desde afuera se tengan en cuenta las reivindicaciones de los millares de mujeres que padecen en prisión condiciones de vida infrahumanas y degradantes; que sufren el injusto caos judicial y la brutalidad penitenciaria: mujeres gestantes y lactantes, discapacitadas, adultas mayores, enfermas crónicas y terminales, madres cabeza de familia, transgeneristas y transexuales, extranjeras, etc. .Que resisten el calvario de las prisiones junto a una población total de más de 130.000 reclus@s.