Denuncia pública
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La Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, denuncia públicamente los hostigamientos y persecución de la que es víctima el líder social injustamente encarcelado, Julián Andrés Gil Reyes, por parte del cuerpo de Custodia y vigilancia del INPEC.
El 19 de diciembre de 2018, en la cárcel Picota de Bogotá, en horas de la mañana varios integrantes de la guardia del INPEC, ingresaron a la celda donde se encuentra recluido Julián Andrés Gil Reyes, mientras los dragoneantes adelantaban el operativo, fueron insistentes en preguntar a los demás internos de manera muy agresiva por las pertenencias de este Líder Social. Resulta preocupante la forma en la que se referían hacia Julián, pues preguntaban "¿dónde duerme el guerrillero?".
Al llegar el personal de guardia a la celda de Julián y no encontrarle allí, estos se ensañaron en contra de sus pertenencias, lanzándolas al suelo, siendo especialmente violentos con el material de lectura, el cual revisaron de manera minuciosa así como sus manuscritos. Es de resaltar que en ese mismo instante Julián Andrés Gil Reyes, se encontraba fuera del patio, ya que estaba en los espacios de Educativas en una entrevista con funcionarios del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos.
Queremos denunciar que este comportamiento fue particularmente abusivo y excesivo en contra de este líder social injustamente encarcelado, pues no se evidenció el mismo nivel de agresividad con las otras 28 celdas del patio, ni hubo señalamientos a otros internos que también estaban fuera del patio.
Las agresiones y ensañamientos en contra de Julián Andrés Gil Reyes han sido una constante en los diferentes operativos. Al romper sus manuscritos, arrojar a la basura sus libros y cama, y los permanentes señalamientos de ser guerrillero, son constitutivos de tratos crueles inhumanos o degradantes.
Consideramos que el origen de estos ataques por parte del INPEC, se debe al papel proactivo que ha venido cumpliendo Julián, al interior de la cárcel "Picota", pues su labor de líder social tras las rejas se volcó en la defensa de los Derechos de las personas privadas de la libertad.
Finalmente, preocupan los señalamientos de ser guerrillero, pues ponen en riesgo su seguridad y viola su derecho a la presunción de inocencia.