Foto: Caracol Televisión 

Los presos políticos recluidos en la cárcel de Palmira Valle d,el Cauca, informamos que desde el día 12 de marzo del año en curso se viene presentando la crisis humanitaria por el COVID-19 al interior de las cárceles colombianas. El Estado en cabeza del INPEC brilla por su ausencia, pues la prevención de dicho virus se torna imposible con las condiciones actuales de reclusión.

Vemos con preocupación la falta de implementos de aseo, como jabón, antibacterial, crema dental, entre otros. Así mismo no hay suficientes  tapabocas  para la guardia penitenciaria, ni los privados de la libertad.

En el caso del patio # 2 la falta de llaves de paso o válvulas de agua para el constante lavado de manos, representa una  falencia enorme en la prevención. Lo cual se agudiza si se le suma que tenemos tres llaves para 720 internos en el patio y en ellas tenemos que lavar la loza, ropa, recoger el agua para bañarnos y asear la celdas. En el primer piso nos colocan el agua a las 10:00 pm con el fin de dificultar la recolección del agua, y en el segundo piso llega el agua las 2 de la mañana, vemos que esta es una actividad premeditada de quién maneja dicha área, desconociendo la finalidad que persigue.

De igual manera, en esta cárcel es imposible mantener el aislamiento cuando hay 2.476 personas hacinadas (97%), muestra de ellos es que en las celdas diseñadas para 4 personas hay hasta 10 y en las celdas de 8 están hay hasta 18. Sabemos la mala prestación del el servicio de salud de este penal, gran cantidad de internos que nos toca compartir el patio que tiene escasamente 45 mts de largo x 40 mts de ancho, estamos todo el día con una distancia entre nosotros de entre 30 y 45 centímetros uno al otro, cuando lo recomendado es entre 3 y 5 metros.

Otra preocupación es el protocolo de sanidad observado por el personal de custodia y vigilancia, pues su contacto con el exterior y posterior ingreso a las cárceles no es el óptimo. Hasta hoy no hay un comunicado oficial que nos indique que están en acuartelamiento en el centro carcelario.