25 Noviembre 2013 - 9:51am

Continúan medidas represivas en la cárcel de Palogordo

Denuncias / Cárceles / Presos políticos

Las medidas tomadas por la directora del centro penmitenciario obedecen a medidas represivas por parte de las autoridades del penal en retaliación a los reclamos y denuncias que los Presos Políticos hacemos ante la sistemática violación de Derechos Humanos, problemas de hacinamiento, falta de atención oportuna en el servicio médico y odontológico.

El 21 de noviembre del presente año, ingresó la guardia en horas de la mañana al patio tres a realizar operativo de requisa comúnmente conocida como (raqueta), en la que por instrucción y orden directa de la señora INGRID PINZÓN BASTOS- Directora  del EPAMS de Girón se procedió a sacar del pabellón los elementos  de uso de los internos, tales como: almohadas, cobijas y botellas plásticas de gaseosa. El argumento expuesto por parte de la directora y los cuadros de mando de la guardia, es que dichos objetos dan mal aspecto al pabellón, ponen en riesgo la seguridad de la guardia y a demás no es permitido que los internos saquen de las celdas las almohadas, so pena de ser sancionados y realización de informes disciplinarios.

Lo que para la señora PINZÓN BASTOS y guardianes de la prisión de “Palogordo” significa basura o representa un problema de seguridad, para los presos esos elementos u objetos hacen parte importante de la vida diaria para mitigar en algo los problemas de hacinamiento, ya que la almohada y las cobijas son utilizadas para ponerlas sobre el rustico piso de concreto y poder así sentarnos para consumir nuestros alimentos y desarrollar actividades de lectoescritura y tejidos.

Los envases plásticos al llenarse con agua y amarrados con tiras de tela son acondicionados para armar improvisadas pesas para la práctica de ejercicios y así ocupar el tiempo libre para no caer en el sedentarismo de los tediosos días, ocupando la mente en actividades deportivas. Además las vasijas plásticas prestan un servicio importante para los reclusos, ya que sirven para almacenar el agua para el uso diario.

No se entiende, como es que existiendo problemas más graves que requieren verdaderamente la intervención de la señora Directora y del cuerpo de custodia, entonces se dediquen a reprimir y someter más a los presos a vivir en condiciones miserables y dejan de lado el sentido común y humano para afrontar los serios problemas que genera el hacinamiento.

A los presos nos toca consumir los alimentos sentados en el piso, ya que los butacas de concreto solo alcanzan para 80 internos, mientras que 160 presos debemos permanecer de pie o sentados en el suelo de manera incómoda para leer o escribir.

Es evidente y claro que al INPEC le agrada inventarse medios de tortura mediante medidas que en nada contribuyen al denominado proceso resocializador y mucho menos al bienestar de los reclusos, pues en vez de suministrar sillas plásticas o por lo menos permitir el ingreso de las mismas a los pabellones, estos elementos no son permitidos. Lo que no está prohibido es condenarnos a vivir en condiciones inhumanas y someternos a tratos crueles, pues ya es conocido que el Estado Colombiano convirtió las cárceles en DEPOSITOS DE PERSONAS en las que no existe consideración ni respeto por la dignidad de los reclusos.

Es válido entonces hacernos la siguiente pregunta: ¿A cuántos de los funcionarios del Estado y en especial a los del INPEC les tocará dormir en el físico suelo, usar como comedor el piso de concreto en medio de la resolana del sol o la inclemente lluvia, o será que hacen uso de botellas plásticas para armar sus propias pesas para  ejercitarse o almacenar agua para el consumo?