Comunicado público de los presos del patio 16 de Eron Picota
Denuncias / Cárceles / Presos políticos
La única atención en salud que recibimos los presos solicitados en extradición, es la de un visto bueno dado por el médico de CAPRECOM, sin previa valoración, chequeo o examen de algún tipo, conocidos son las constantes muertes en las cárceles en el país por simple inasistencia médica. Pues bien, en solidaridad con los internos ya avalados por el médico de CAPRECOM para ser extraditados, el resto de presos que estamos en el patio, realizamos un acto de desobediencia civil pacífica, bajo un acto de dignidad por las violaciones a las que somos sometidos, la cual consistió en no dejarnos encerrar en la fecha señalada (el 22 de septiembre).
La respuesta del INPEC en cabeza de los sargentos del GRI, como el señor MONTENEGRO, por ejemplo y demás, junto a su combo de dragoneantes violadores de nuestros mínimos fundamentales de nuestros derechos, fue entrar en horas de la noche, lanza en ristre gaseando de forma indiscriminada un patio que no cuenta con ningún tipo de ventilación y golpeando a bolillo, pata y puño limpio a los internos.
Como si esto no bastara, a partir de ese momento y por más de 20 horas, estuvimos encerrados, sin movilidad e incomunicados totalmente, sin servicio de agua, únicamente permitiéndonos recoger alimentos. Es decir, que convirtieron el patio 16, en una UTE (Unidad de Tratamiento Especial), en un calabozo.
Hacemos un llamado de atención a los medios de comunicación, en especial a RCN por no trasmitir información veraz y oportuna, lo cual conlleva a justificar la violencia del INPEC con una supuesta situación de amotinamiento en el patio, lo cual rechazamos de manera vehemente pues como ya dijimos nuestra desobediencia fue pacífica.
Pedimos el apoyo y solidaridad de la sociedad en general, pues los órganos de control y disciplinarios son solo auspiciadores del abuso de poder constantemente aquí acaecido. Solicitamos pongan los ojos en el GRI, sus abusos y violaciones, en particular al sargento MONTENEGRO acostumbrado a violentar física y verbalmente a los internos, gozando de impunidad total.