Colombia sigue teniendo una deuda pendiente con las víctimas de la tortura
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Hoy hace 21 años la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 26 de junio como el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura. En Colombia, miles de personas han sufrido desde entonces sufrimiento físico o psicológico, intencionalmente infligido, con fines de discriminación, de persecución política, de sometimiento de la población carcelaria, de represión de la protesta o como mecanismo de control social. Hasta el momento, el Estado no ha
ofrecido una respuesta satisfactoria frente a estos atentados contra la dignidad de las personas.
Por ello es fundamental que, durante la puesta en marcha de los mecanismos de justicia transicional derivados del Acuerdo de Paz, se garanticen las medidas necesarias para la investigación y/o el esclarecimiento de hechos de tortura, así como medidas suficientes e integrales para brindarles atención médica y psicosocial a las víctimas de este flagelo en el país.
Por otra parte, 14 personas fueron ejecutadas extrajudicialmente en 2017 mientras ejercían su derecho a la protesta social. Estos hechos se encuadran en lo que la Coalición Colombiana Contra la Tortura (CCCT) ha identificado como un patrón constante de uso excesivo de la fuerza en contextos de represión violenta de este derecho. Las comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas son particularmente hostigadas y atacadas por el ESMAD y del Ejército durante acciones de reivindicación de sus derechos mediante el uso de armas de fuego y todo tipo de armas de “letalidad reducida”, incluyendo armas no convencionales. Urge adoptar correctivos frente a esta grave situación.
Adicionalmente, la situación carcelaria continúa siendo un motivo de profunda preocupación. El Estado de Cosas Inconstitucional declarado por la Corte Constitucional en el año 2013 continúa vigente, pues los niveles de hacinamiento se acercan al 50% en promedio, se continúa abusando de las celdas de aislamiento a manera de forma de castigo y todavía no se garantizan el acceso al agua, el derecho a la salud o el derecho a la alimentación adecuada de las personas privadas de la libertad.
En este marco, resulta lamentable que Colombia no haya aceptado la mayoría de las recomendaciones que le hicieron durante el 3er Examen Periódico Universal (EPU) de la ONU sobre el tema de tortura: 17 países pidieron la ratificación del Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura, con el cual se permitiría crear un Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura y mecanismos para la inspección independiente de las cárceles. La CCCT hace un llamado al próximo Gobierno para que reconsidere esta situación y decida ratificar este importante instrumento internacional. Así mismo, la CCCT espera que las demás recomendaciones del EPU 2018 sobre el tema de tortura que sí fueron
aceptadas sean prontamente implementadas: el control del hacinamiento y la mejora de las condiciones de detención, mediante la adopción de las Reglas Nelson Mandela y las Reglas Bangkok sobre condiciones de tratamiento a personas privadas de la libertad; y el ajuste del sistema carcelario a las normas internacionales. Este será un primer paso para pagar la deuda pendiente con las víctimas de la tortura en nuestro país.
La CCCT invita a todas las personas a sumarse a la conmemoración del Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de la Tortura. Como homenaje a ellas les invitamos a asistir a la proyección de la película “Perros”, del director Harold Trompetero, el próximo miércoles 4 de julio, de 9 a 12 m, en el auditorio Darío Echandía de la Universidad Libre (sede Candelaria, calle 8 No. 5-80).
Coalición Colombiana contra la Tortura