22 Octubre 2014 - 2:22pm

René Nariño prisionero político y de guerra habla sobre la violación sistemática de los derechos humanos en el sistema carcelario de Colombia

Denuncias / Cárceles / Presos políticos

Edad, profesión, razón por el encarcelamiento y nombre oficial de los cargos impuestos por el estado colombiano. Duración de la sentencia y tiempo cumplido.

René Nariño
Preso político y de guerra 
34 años

Condenado por rebelión agravada a 6 años y concierto para delinquir agravado con fines terroristas a 9 años y 37 meses tras los muros. Recluido en COMEB ERON PICOTA, Bogotá Colombia.

Cómo fue la trayectoria de la huelga de hambre 28 Abril 2014 y cuáles son las consecuencias directas de esta acción. Ha subido el nivel de represión por parte de los funcionarios a causa de esta? Existen nuevas expectativas? ¿Cuál es la situación actual?.

Llevamos más de 9 meses sin servicio de médico general, mucho menos especializado, no hay suministro de medicamentos, a duras penas se presta atención de urgencias, pero estas tampoco funcionan como debe ser, miren Ustedes los 10 muertos que llevamos en estos meses. Así que bajo nuestra condición de presos políticos y prisioneros de guerra, decidimos iniciar una huelga con límite de tiempo, que contó con el apoyo de medios alternativos y ONG como el Comité de Solidaridad con los presos políticos – CSPP y la Corporación Solidaridad jurídica.

Con este tipo de acciones buscamos generar conciencia en el preso social para unir fuerzas, organización y allanar caminos para que con el apoyo de las mayorías, dar luchas que rompan esta aberrante situación contra la población vulnerable, la población carcelaria de Colombia.

Estos son los objetivos de la huelga, a nuestro parecer, logrados en gran medida pues las manifestaciones de apoyo del sector social, no se hizo esperar además de algunas visitas de altos funcionarios del INPEC y CAPRECOM, que bajo su condición de agentes estatales, no cumplieron nada de lo dicho en esas reuniones, cosa que no nos sorprende. Por supuesto la represión ha sido constante. Continuos operativos por parte del INPEC y el intento permanente de identificar liderazgos dentro de la población reclusa, buscando con esto, disuadir o desarticular las acciones organizativas y de denuncia.

En razón a ello, representantes de los internos han solicitado una reunión con el Director del ERON Picota, Cesar Augusto Ceballos, para exigir que se detenga esta persecución. En cuanto a nuestras expectativas, bueno, como presos políticos, tenemos desde nuestra condición, el deber de invocar las fuerzas vivas de todos los presos del país, organizar y generar acciones desde distintos frentes, temas, exigencias para visibilizar la sistemática violación a los Derechos Humanos, de todos nosotros y poder obligar al Estado a que cumpla con los distintos acuerdos internacionales suscritos para abolir la tortura, los tratos crueles, inhumanos y degradantes de quienes estamos tras los muros, además de exigir que firme el protocolo facultativo para ello, de las Naciones Unidas.

Si  pudiera contar un poco acerca de la infraestructura, dormitorios, sanitarios, sitios de recreación, trabajo, etc... y cuantos internos se comparten cada una de estas instalaciones.

El Estado colombiano y la clase dominante de este país, han llevado a que el sistema penitenciario y carcelario sea un eslabón más de la cultura del mercado bajo el neoliberalismo. De tal manera, la exigencia de EEUU a la clase dirigente fue la implementación de su propio modelo en nuestro país. Es así como desde el primer período del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, empiezan las construcciones verticales, bajo mecanismos de concesión que no es otra cosa que la privatización de las funciones estatales, que además se evidencia en la progresiva intervención del sector privado en las cárceles y penitenciarías del país a través de la prestación de servicios esenciales como la alimentación y comunicación. Ahora giramos a emular el modelo chileno, también fracasado. En suma, el ser humano privado de su libertad es concebido como una mercancía.

Los llamados ERON, son estructuras verticales de 10 pisos, con patios oscuros, fríos, sin barreras de protección al viento, en forma triangular. Las celdas son espacios de 3x4 metros, donde cohabitamos 4 personas en planchas de concreto. De forma artesanal los presos las acondicionamos intentando “humanizarlas”, si se puede decir así. En las mismas hay inodoro y un lavamanos sin compartimentación alguna. El servicio de agua es suministrado solo de tres horas al día.

La recreación para el INPEC se reduce a la existencia de una cancha de microfútbol ubicada en cada piso, donde las personas privadas de la libertad desarrollamos actividades deportivas, por el lapso de tres horas diarias en que nos permiten permanecer ahí.

Aquello que se conoce como la resocialización, es concebida por el Estado y el mismo preso, como mecanismos para la redención o disminución en el tiempo de condena y nunca como la preparación para la vida en libertad del interno.

Además, la oferta y el acceso a estas actividades, está atravesado por la inoperancia, la corrupción y con frecuencia son usadas para amenazar y perseguir al recluso, sin nombrar que no cobija a todos los presos del país. El privilegio en mucho de los casos, es para quienes pagan a los funcionarios del INPEC para por acceder a la posibilidad de redimir sus condenas. A la par, las órdenes de trabajo y estudio, son confiscadas arbitrariamente a aquellos presos que pretenden visibilizar X o Y situación, por lo que por supuesto, muchos por no decir que la mayoría, se inhiben de hacer uso de su derecho a la denuncia, por miedo a no seguir siendo activos en estas actividades de rebaja de penas.

Cómo funciona el sistema de salud. En algunos comunicados se habla sobre personas de tercera edad, otros con enfermedades terminales. Cuales oportunidades y tratamiento se les ofrece.

El problema de la atención integral en salud en nuestro país es estructural y está permeado por la concepción  privatizadora del orden mundial. La llamada apertura económica implementada bajo el gobierno de Cesar Gaviria ha sumido al pueblo colombiano en la miseria, exclusión, expoliación absoluta. Por supuesto, el sistema de salud es uno de los que más impacta a la población allende los muros, mueren ancianos, mujeres y niños esperando atención médica integral, el sector privado mientras esto sucede, se dedica a ver su chequera engordar, el Estado Colombiano se dedica a realizar una maraña jurídica para incumplir con su obligación y evitar sancionar al sector privado.

La situación al interior de las prisiones no es mejor, ya les hablaba de los muertos y el motivo de la huelga, además de las otras falencias indicadas. Acá todos los funcionarios de las entidades e instituciones estatales y privadas, argumentan que el problema es de unos y otros, más no propios. Tenemos, no pocos casos, que perfectamente encajan en la noción de tortura bajo esta situación de inasistencia médica y el desconocimiento del Estado a la misma. En la cárcel Modelo de Bogotá, por ejemplo, existe un patio para lisiados y tercera edad y otro para internos con problemas mentales, pero ambos no son más que un espacio de la degradación y nulidad de esta condición especial del preso. 

En la cárcel de Palogordo tenemos el caso de un campesino preso político, Jesus Miguel Velandia quien padece de una enfermedad terminal, la cual está en su fase final. Este compañero no recibe atención alguna, lo tienen en el total abandono en el área de sanidad, tampoco lo remiten a una clínica para que muera dignamente, es el paroxismo de lo inhumano. Por ello, los detenidos de este Establecimiento persisten en sus protestas y desobediencias civiles como una forma de denuncia al total de estas situaciones.

Acá en ERON Picota,  para solo nombrar dos casos tenemos a Isaac Arias López y a Mario Cabezas, estos dos compañeros insurgentes, heridos en combate contra las fuerzas estatales, presentan un estado de descomposición en sus piernas por heridas con proyectil de fusil, en tres años de privación de la libertad, han sido asistidos por periodos solo con paliativos. Están a punto de perder sus extremidades. 

Existen expectativas de salir más rápido y cuales serían los mecanismos para acelerar este proceso. Que estrategias se desarrollan para alcanzar un trato “mejor”. 

No hay expectativa alguna. Mientras estemos bajo una clase dominante para la cual sus valores son la tortura y la muerte, la explotación y exclusión, en el marco de la visión de la lucha antiterrorista, de la teoría de seguridad nacional y el enemigo interno, con su sistema económico expoliador, concepciones bajo las cuales se erige la política criminal punitiva y penitenciaria del país, transitaremos los caminos de la continua degradación de la dignidad del ser humano, los tratos crueles y degradantes, la persecución contra la protesta social, el aumento progresivo de penas y la cada vez mayor restricción al acceso de beneficios judiciales y administrativos para las personas privadas de la libertad. Luchar de forma unitaria, organizada con el apoyo de amplio de la sociedad, serán los mecanismos para lograr la transformación de lo ya denunciado.

7. Cuál es la diferencia entre el trato de prisioneros de guerra y prisioneros comunes.

El preso político y prisionero de guerra, por su condición revolucionaria, disidente, siempre está conspirando en la organización, lucha y denuncia, para la transformación del estado injusto bajo el cual vive el pueblo colombiano y latinoamericano.

En las cárceles del país donde nos encontremos, nuestra condición, pensamiento y praxis es la misma, por eso los agentes del Estado aun en estas condiciones de captura, no cesan en su persecución en nuestra contra. Continuamente somos trasladados de una cárcel a otra, aislados en patios de máxima seguridad, nuestros familiares son amenazados, agredidos verbal y psicológicamente y estigmatizados, por los mismos funcionarios del INPEC. 

El tratamiento al preso político está permeado por la política de seguridad nacional y de enemigo interno. Abiertamente los funcionarios del INPEC expresan consignas militares como “quiero bañarme en una piscina llena de sangre subversiva” etc. Esa es la doctrina que el Estado imparte no solo a sus fuerzas militares y policiales, sino también a la guardia civil del INPEC. El 20 de abril se publicó un documento en la página web de la “Fundación Comité de Solidaridad con los presos políticos” escrita por un segmento de los reclusos del patio 15 de la Picota, denunciando el abuso excesivo de violencia física y psicológica por parte del Grupo de Reacción Inmediata. Que paso concretamente.

Ese 20 de abril el INPEC de ERON PICOTA desplegó un operativo en el patio 15 en desarrollo del cual se violaron los DDHH. El operativo fue realizado por el GRI (GRUPO DE REACCIÓN INMEDIATA), un grupo especial del INPEC; que ingresó chocando contra los internos del patio, golpeándolos, insultándolos, destruyendo todas sus pertenencias legales en las celdas, obligándolos a desnudarse en la cancha de deporte a bajas temperaturas, pasaron más de 20 horas sin alimentación alguna y sin permitirles hacer uso de sanitarios.

Con cual frecuencia se ejecutan este tipo de acciones y cual piensan ustedes son las metas del INPEC al violar de esta forma los derechos humanos de los internos. Es solo una muestra de tantos abusos de poder que cometen estos funcionarios públicos a lo largo de nuestra geografía. Esa es una de las tantas formas de represión: amenaza, tortura, trato cruel y degradante en nuestra contra por pare del Estado. El patio 15 lleva más de 10 operativos de este tipo en tan solo 6 meses. En el patio 13 hubo hace dos meses un operativo en el cual sometieron a los internos a desnudarse y acostarse boca abajo en el piso mientras eran golpeados uno a uno, además del uso indiscriminado de gases lacrimógenos en lugares cerrados.

Lo que se ha logrado realizar a la fecha de manera organizada ha sido la razón fundamental para esta represión

En otras cárceles como la Modelo de Bogotá ocurren operativos igualmente brutales, desafortunadamente existe una invisibilización casi total en ese tipo de cárceles donde la mayoría de los presos es decir el social es sometido por la mafia INPEC preso narcoparamilitar.

Se han mostrado resultados tras la denuncia y petición de abrir una investigación en contra de los funcionarios responsables por las violaciones de los derechos de los reclusos?

Los funcionarios estatales no importa la entidad de unos y otros, tienden a la protección y solidaridad de cuerpo entre ellos. Independientemente de que lo que esté en juego, sean violaciones a los DDHH, por parte de sus pares, las vías judiciales y administrativas para la denuncia como la protección de nuestros derechos fundamentales no son efectivas, imparciales ni de garantía alguna. Al contrario, quien ejerce el derecho a la denuncia es sometido a la picota pública entre los mismos funcionarios y en retaliación, son trasladados a cárceles o penitenciarias donde estas problemáticas son aún más grave, al punto que se les considera centros de tortura como el establecimiento penitenciario y carcelario de Valledupar, conocido como la Tramacúa.

No existe una política para la prevención, sanción y abolición de todas estas atrocidades, contrariamente, la rama judicial, entes de control, sistema de salud organismos de defensa e INPEC, se arropan con el manto de la impunidad.

13. Como se ve en el espacio publico el trato que se les esta dando a los internos. Hay medios de comunicación en Colombia que estén transportando la información al resto del país? Movimientos de solidaridad?

Nuestras luchas han venido contando con un apoyo fundamental por parte del Comité de Solidaridad con los presos políticos - CSPP, medios alternativos y la Corporación Solidaridad Jurídica. Ahora nuestra invitación es a que el conjunto de la sociedad, la comunidad internacional, e incluso la prensa oficial nos acompañen en la necesaria tarea de transformación de la política criminal y penitenciaria, de la realidad de las cárceles del país. Es necesario pensarnos una nueva sociedad, nuevas formas de sanción social y caminos para llegar a ello.

Cuáles son las consecuencias personales de ser tratado como Preso Político y de Guerra en Colombia. Como es su situación actual y cómo ve su papel en este proceso de lucha en el futuro.

Los presos políticos y de guerra en Colombia, somos sujetos activos en pie de lucha contra un Estado y su clase dominante indolente, inhumana, egoísta, mezquina y lacaya. Luchamos por la dignidad del pueblo colombiano y latinoamericano, por llevar a cabo las transformaciones que marquen el camino hacia relaciones sociales solidarias, éticas, profundamente democráticas, por la libre autodeterminación delos pueblos del mundo, la igualdad y justicia social, por el socialismo, la unión y hermandad de los pueblos.

Por nuestra consciencia de clase, no nos amilanamos frente a las condiciones inhumanas y degradantes que vivimos en las prisiones, al contrario, resistimos ante ellas y nos sumamos a toda forma organizativa que busca transformarlas. Por nuestra esencia rebelde somos blancos especiales de la represión estatal. Yo vengo de un traslado de la cárcel Modelo de Bogotá por luchar contra las violaciones a los DDHH allí cometidas, luchando junto al preso social, fui sometido a situaciones de calabozo, aislamiento en varias oportunidades, amenazado de muerte por grupos narcoparamilitares, que allí mandan en contubernio con la guardia del INPEC. Paradójicamente, el mismo INPEC en Modelo de Bogotá ha abierto una investigación disciplinaria en mi contra, atribuyéndome la condición de ideólogo generador de conflictos, situación particular, pues los abusos, golpizas, etc, etc, siempre son realizados por este sector de los presos que trabajan en mafia y pro la misma guardia.

En todo esto no tiene cabida el miedo, la duda, si la crítica y la autocrítica, sí la ética y moral revolucionaria, nuestra situación dentro de los muros de la infamia no arrebata de nuestras manos estas banderas de paz y lucha por la humanidad. Acá también  estemos en pie de lucha