Adicionalmente, no les fue suministrada la cena a los internos, lo que indica que desde las 11:30 de la mañana, hora en que es repartido el almuerzo, no reciben alimento alguno. En medio del operativo, los detenidos denuncian el maltrato físico contra el interno de apellido AMADOR, a quien subieron obligado a la celda, supuestamente por un problema con la colchoneta.

Hechos similares han denunciado detenidos de otros Pabellones, quienes señalan que en medio de estos operativos, la guardia ha destruido sus pertenencias, incluyendo recipientes de almacenamiento de agua, que han sido autorizados, dados los permanentes problemas de suministro del líquido vital en dicho establecimiento.

Este tipo de procedimientos y prácticas de la guardia penitenciaria, constituyen cuando menos un trato degradante e inhumano contra la población reclusa, que denota una política penitenciaria que sigue privilegiando la seguridad sobre el respeto de los derechos humanos.

Nuevamente hacemos un llamado a las autoridades penitenciarias a adoptar un comportamiento que cumpla a cabalidad con los estándares internacionales y reglas mínimas para el tratamiento de la población privada de la libertad; lo mismo que a las autoridades de control para que investiguen y de ser del caso sancionen todo acto constitutivo de abuso de autoridad como garantía de no repetición de los mismos.