Arix Alberto Carrillo Pinto fue capturado el 13 de agosto de 2013 y herido en un combate en desarrollo, sufriendo una fractura en su fémur derecho por un proyectil de arma de fuego. Al rato, fue intervenido quirúrgicamente y luego le implantaron un tutor con el que aún permanece.

Desde el momento en que ingresó a este centro carcelario ha permanecido aislado en los calabozos de “Sanidad”, en condiciones indignantes. En este lugar no cuenta con luz, el suministro de agua es extremadamente limitado, el lugar se encuentra infestado de zancudos sin que el detenido pueda usar toldillo ni se le permita aplicar plaguicida para controlarlos. A ello se suma que la colchoneta que le han suministrado de dotación se encuentra en pésimo estado y sólo cuenta con una sábana.

Así mismo, fuimos informados acerca de que a pesar de encontrarse en el área de “Sanidad” no recibe la atención necesaria, lo que le ha ocasionado infección grave en las heridas, al punto que, según nos dijeron, “está botando agua-sangre por los tornillos del tutor”.

Además de lo anterior, al preso político no le han dado el NUI para que la familia pueda consignarle, por lo que no cuenta con los medios económicos de subsistencia dentro del establecimiento, ni las facilidades para comunicarse con su familia y abogado.

Más grave aún es que, según la denuncia, el preso político ha sido entrevistado por miembros del ejército en diferentes ocasiones, quienes han ejercido presiones para que “les colabore”, expresándole que de lo contrario, lo dejarán en esa celda “para que se le pudra la pierna y tengan que amputársela”, lo que ha sido repetido por algunos integrantes de la guardia. La Fcspp expresa su preocupación por la situación del preso político Carrillo Pinto, toda vez que estos hechos se constituyen una violación a múltiples derechos y garantías contemplados en la constitución nacional y el derecho internacional de los derechos humanos, así como que es, al mismo tiempo, una violación flagrante del Derecho Internacional Humanitario, en tanto estamos hablando de un combatiente capturado.  

Es de agregar que las autoridades penitenciarias y aquellas encargadas de garantizar la prestación del servicio de salud, son garantes de los derechos humanos de las personas privadas de la libertad. Tomando en cuenta lo anterior, la Fcspp insta a que se tomen las medidas necesarias para superar satisfactoriamente los graves hechos anteriormente mencionados.