Alirio de Jesús Pedraza Becerra, abogado defensor de derechos humanos, sogamoseño, estuvo vinculado al Comité de Solidaridad con los Presos Políticos desde 1982.

Su desaparición ocurre el 4 de julio de 1990 cuando salía de una panadería en el centro comercial La Campiña en el noroccidente de Bogotá.  Sobre las 10 de la noche, ocho hombres armados lo abordaron y lo obligaron, a golpes, a subir a uno de los tres carros en que ellos habían llegado al sitio. 

Alirio tenía 40 años de edad, adelantaba varios procesos representando víctimas en casos de graves violaciones de Derechos Humanos cometidas por miembros de la fuerza pública, y representaba 42 sindicalistas detenidos y torturados por miembros del Ejército nacional en marzo de 1990.  Alirio había sido amenazado por paramilitares de Boyacá y la vivienda de su madre había sido allanada por miembros de batallón Tarqui de Sogamoso en agosto de 1989.

Nacido en Sogamoso, departamento de Boyacá. El compromiso social de Alirio comenzó desde una temprana edad, apenas estando en el colegio fundó la Unión Estudiantil Sogamoseña; dirigía programas de radio y medios impresos para los estudiantes.  Fue fundador de la Casa de Cultura de Sogamoso, entidad que aún funciona.  Cuando llegó a Bogotá a estudiar derecho en la Universidad Nacional profundizó su conocimiento y su actividad política, entrando en contacto con grupos de derechos humanos en la ciudad.

Antes de terminar su carrera de derecho a Alirio le tocó vivir en carne propia la violación de los derechos humanos cuando tuvo que huir y pasar a la clandestinidad, como muchos otros defensores, por la ola de detenciones arbitrarias del Estatuto de Seguridad del gobierno de Turbay, cuando miles de personas fueron encarceladas injustamente y sin fundamento. Esa época fue una de mayor actividad para Alirio quien no dio marcha atrás, seguía con sus reuniones, sus escritos y hasta tuvo tiempo para ayudar a fundar sindicatos. Cuando finalmente pudo terminar sus estudios de derecho se vincula al CSPP en el año 1984 para defender a los presos políticos.

Hoy se cumplen 30 años de su desaparición, y como cada año recordamos públicamente la vida de Alirio, y denunciamos que la criminalidad estatal es responsable por acción y por omisión en este caso. A pesar de que Alirio ya no nos acompaña en cuerpo, su vida, dignidad y lucha nos sigue guiando en la defensa de los derechos humanos en Colombia.

Hasta el día de hoy, la investigación sobre el caso de Alirio de Jesús Pedraza no ha dado ningún resultado, no hubo ninguna condena por su desaparición forzada. Alirio sigue desaparecido y su caso en total impunidad.

¡Nos negamos a olvidar!